domingo, 27 de marzo de 2016

LA NECESIDAD DE UNA BUENA HIDRATACIÓN PARA EL RENDIMIENTO FÍSICO


La buena hidratación ayuda a mejorar el rendimiento y prevenir el riesgo de una lesión por exceso de carga de trabajo.

Es importante mantenerse hidratado (beber suficiente agua) al hacer ejercicio, porque hay que reponer el agua perdida con el sudor (el mecanismo natural de enfriamiento del cuerpo). Hacer ejercicio en condiciones de calor y humedad puede ser especialmente difícil.

¿Cuánta agua debo beber durante el ejercicio?
            Hacer ejercicio intenso en condiciones de calor y humedad puede ser difícil e incluso peligroso. Pero uno puede hacer ejercicio sin riesgo cuando hace calor si toma las medidas adecuadas. Una de las cosas más importantes es mantenerse hidratado y reducir la intensidad del ejercicio cuando hace mucho calor. Mantener hidratado el cuerpo durante el ejercicio ayuda a reponer el agua perdida con el sudor, y evita el cansancio y el desempeño físico deficiente.

            La sed no es el mejor indicador del agua que necesita el cuerpo, porque sentimos sed cuando el cuerpo ya está deshidratado. Además, la sed típicamente se satisface incluso antes de que se haya repuesto plenamente el volumen de agua del cuerpo. Esto implica que hay que beber agua durante el ejercicio, aunque no sintamos sed.

            La cantidad de agua que el organismo necesita para mantenerse hidratado depende del peso corporal, la temperatura corporal y el tipo de ejercicio que se realiza. Si uno está deshidratado después de una sesión de ejercicio, tomará tiempo reponer el agua del cuerpo. Beba varios vasos de agua a intervalos durante todo el día. Típicamente, uno está bien hidratado, si produce una buena cantidad de orina incolora o color amarillo muy claro un par de veces antes de acostarse.

Para sesiones de menos de una hora y media de duración:
  •  Beba unos 500 ml de agua fresca o fría, una o dos horas antes de hacer ejercicio.
  •  Beba unos 500 ml de agua fresca o una bebida deportiva, 15 minutos antes de hacer ejercicio.
  •  Beba unos 150 ml cada 10 minutos durante el ejercicio.
  •  Tenga a mano un 1 l de agua fresca por hora.
  •  Beba unos 500 ml de agua fría o una bebida deportiva inmediatamente después del ejercicio.
  •  Durante largos periodos de alto rendimiento que es necesaria la rehidratación, las bebidas deportivas con menos del 7% de carbohidratos deberá ser usada para la recuperación óptima.
  •  Líquidos con sal (cloruro de sodio) son benéficos para incrementar la sed y la absorción de líquidos, y reduce la perdida de líquidos por el sudor. (suero vital, el cual se prepara en 1 lt. de agua con 2 cucharadas de azúcar y una cucharadita de sal).
  •  Bebidas frías a temperaturas de 10° a 12° C son recomendables.

Tips para una buena hidratación

Antes del ejercicio
- 2 a 3 horas antes del ejercicio bebe entre 2 y 3 vasos de agua o bebida deportiva (una de 20oz.).
- 10 a 20 min. antes del ejercicio bebe un vaso de agua o bebida deportiva.

Durante el ejercicio
- Hidrátate al principio, aun la más mínima deshidratación compromete el rendimiento.
-En general, cada 10 a 20 min. bebe al menos un vaso de agua o bebida deportiva.
Para mantener la hidratación es necesario que bebas lo suficiente, ve tu rehidratación basado en la cantidad de sudor y orina.

Después del ejercicio
-Después de 2 horas, bebe suficientes líquidos para recuperar la pérdida de peso por el ejercicio y por el sudor.
-Bebe aproximadamente de 4 a 5 vasos de bebida deportiva para recuperarte.

      Otros consejos y recomendaciones
       Vista ropa holgada que permita que el aire circule pero que lo proteja del sol.

       Evite la exposición directa al sol. Protéjase del sol con un sombrero, antojos de sol y bloqueador solar.

       No tome tabletas de sal. Las tabletas de sal aumentan la deshidratación porque eliminan el agua del cuerpo.

       Beba agua fresca en lugar de fría, porque el cuerpo absorbe el agua fresca más rápidamente.

       No beba jugos ni refrescos durante el ejercicio, porque estas bebidas contienen más de un 10% de carbohidratos (azúcar) y no se absorben bien durante el ejercicio. Puede beber bebidas deportivas porque típicamente contienen menos de un 8% de carbohidratos, pero si toma demasiadas podría ingerir demasiadas calorías. Cuando las sesiones de ejercicio duran menos de una hora y media, da igual beber bebidas deportivas o agua fresca para mantenerse hidratado. Las bebidas deportivas reponen la sal y los minerales que se pierden con el sudor, pero una alimentación sana típicamente es suficiente para ese fin.

     Sugerencias de hidratación para hacer ejercicio en condiciones de frío
No olvide tomar mucha agua antes y después del ejercicio, así como durante el mismo. Uno puede deshidratarse tanto en el frío como en el calor. No beba jugos ni refrescos durante el ejercicio, porque estas bebidas contienen más de un 10% de carbohidratos (azúcar) y no se absorben bien durante el ejercicio.

     Efectos de la deshidratación

·         La deshidratación puede afectar su rendimiento en menos de una hora de ejercicio, después que empiece su sesión deshidratado
·         La deshidratación del 1% al 2% del peso corporal puede influenciar negativamente el rendimiento.
·         La deshidratación mayor al 3% del peso corporal incrementa el riesgo de que sufra desmayos (calambres, sobrecarga, insolación). 

    Señales de peligro de deshidratación

·         Sed
·         Irritable
·         Dolor de cabeza
·         Debilidad
·         Mareos
·         Calambres
·         Nauseas
·         Baja de rendimiento

     Recuerda
            El hidratarse adecuadamente es otra forma de prevenir lesiones durante el ejercicio, lo cual se requiere antes, durante y después de la actividad física.

Feliz, he hidratado entrenamiento.


viernes, 4 de septiembre de 2015

Estudio de Ex Jugadores de la NFL Muestra Los riesgos al cerebro en el Fútbol Americano Juvenil

Traducido del sitio http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/sports/league-of-denial/study-of-former-nfl-players-shows-risks-for-brain-from-youth-football/


12 de agosto 2015, 11:48 am ET por Jason M. Breslow


 En cualquier época del año dado, un jugador de fútbol americano juvenil podría experimentar cientos de golpes en la cabeza. La mayoría de las veces, estos impactos de rutina no serán los contactos que causan una conmoción cerebral, pero la investigación ha demostrado que los jugadores tan jóvenes como de nueve años todavía pueden ser vulnerables a los golpes que llevan la misma fuerza que es más típico de fútbol de la universidad.

Entonces, ¿qué puede significar esto para su salud más adelante en la vida?

Un estudio de los ex jugadores de la NFL publicados esta semana por investigadores de la Facultad de Medicina y del Hospital Brigham y de la Mujer de la Universidad de Boston han ofrecido algunas nuevas pistas importantes.

La investigación encontró un mayor riesgo de alteraciones en el desarrollo del cerebro de los jugadores que jugaron fútbol americano entre las edades de 10 y 12 - una ventana crítica en el desarrollo del cerebro de un niño -. Que para los que esperaron más tiempo para empezar a jugar el juego El estudio es el primero de su tipo para mostrar una asociación entre la exposición temprana a impactos en la cabeza repetitivos y el cambio cerebral estructural más adelante en la vida.

En términos prácticos, estas alteraciones podrían resultar en una variedad de desafíos. Otro estudio del mismo grupo de investigadores descubrió que los jovenes que comenzaron fútbol americano antes de los 12 años tenían más probabilidades de luchar con la función cognitiva fundamental - como la memoria, el razonamiento y la planificación. También fueron tres veces más propensos a enfrentar "la depresión clínicamente significativa".

El estudio, que fue publicado en el “Journal of Neurotrauma”, se basó en imágenes del cerebro de 40 ex jugadores de la NFL entre las edades de 40 y 65. Cada jugador en el estudio tenían más de 12 años de experiencia en el fútbol organizado, con al menos dos de los años pasados ​​en la NFL. La mitad comenzó fútbol americano antes de los 12 años. La mitad se inició después.

El equipo de investigación - liderado por la Universidad de Boston, Robert Stern y Julie Stamm e Inga Koerte y Martha Shenton del Hospital Brigham y de la Mujer de Boston - enfatizaron precaución en contra de exagerar sus conclusiones. Para estar seguro, dicen, el estudio es demasiado pequeño para justificar cambios radicales en las reglas o políticas, y la investigación no prueba una relación directa entre el fútbol de partida a una edad demasiado temprana y los cambios en el cerebro en el futuro. Por el contrario, sólo muestra una asociación.

También señalan que los jugadores en el estudio comenzaron el fútbol hace décadas, durante un clima muy diferente en cuanto a la sensibilidad en torno a las lesiones de fútbol y de la cabeza. En 2012, por ejemplo, la organización nacional de fútbol Pop Warner adoptó nuevas reglas diseñadas para reducir el riesgo de las conmociones cerebrales en los juegos y prácticas.

Sin embargo, eso no significa que los resultados pueden o deben ser ignorados, dijo Stern, quien se desempeña como director de la principal clínica de Centro de la Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Boston y Director del Centro Clínico de Encefalopatía Traumática Crónica.

"Independientemente de los resultados de este estudio, tiene sentido para mí que los niños, que durante esas edades de alrededor de 10 a 12 cuyos cerebros se están desarrollando rápidamente, no se debe golpear la cabeza una y otra vez", dijo. "Este estudio apoya esa idea y sugiere que podría haber más tarde en consecuencias de vida."

Chronic Traumatic Encephalopathy o CTE, traducción al español como  Encefalopatía Traumática Crónica

jueves, 25 de septiembre de 2014

La epicondilitis o codo del tenista

La epicondilitis, también conocida con el nombre de codo del tenista ( tennis elbow), es una lesión bastante común causada por sobreuso excesivo en el codo. Recibe su nombre debido a que los jugadores de tenis son particularmente propensos a la lesión. Pero muchas otras actividades físicas, incluyendo el tenis, hockey, balonmano, baloncesto, bicicleta, uso de una máquina elíptica y muchos más… lo que potencialmente puede causar o agravar la epicondilitis. Todo aquello que conlleva uso repetido del miembro superior puede causarlo, sea con deporte o no.
 
La epicondilitis o codo del tenista, es una enfermedad o lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo, en la región del epicóndilo, eminencia ósea que se encuentra en la parte lateral y externa de la epífisis inferior del húmero. Está provocada por movimientos repetitivos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo, lo que ocasiona microroturas fibrilares y reparación inadecuada a nivel de los tendones de los músculos que se insertan en la región del epicóndilo, principalmente del tendón del músculo extensor radial corto del carpo. Hay que diferenciarla de diferenciarla de la epitrocleitis, también llamada epicondilitis medial o codo de golfista, en la que el dolor se localiza en la porción interna del codo.
 
Causas
La epicondilitis o el codo de tenista es causado por la contracción de los músculos del antebrazo en repetidas ocasiones, un movimiento que se puede realizar en muchos deportes y en muchas situaciones de la vida diaria. Es una patología muy relacionada también con profesiones que requieran este movimiento, así es en pintores, fontaneros, administrativos, personal sanitario… Con esto quiero dejar claro que no es sólo el deporte lo que la provoca, ni mucho menos, con lo cual no hay que cuidar y tratar solamente la patología en este apartado, sino a lo largo del día, sea cual sea la actividad que realicemos.
 
Síntomas
El dolor en el codo es una de las primeras señales que te indican que puedas tener una epicondilitis. Suele ser un dolor fuerte, agudo, que los paciente describen como fino. Este dolor generalmente empeora con el tiempo y se extenderá a lo largo del brazo desde el codo hasta la muñeca. En muchos casos, el dolor se intensifica cuando realizamos el gesto del agarre, como cuando se abre una puerta o darle la mano a alguien, elevar una silla, coger una plancha , abrir un bote….. También suele asociar pérdida de fuerza al sujetar objetos, esto unido al dolor descrito.
 
Tratamiento
Hasta aproximadamente el 95 por ciento de las personas con epicondilitis pueden ser tratadas sin necesidad de cirugía. Tu médico te puede asesorar sobre el tratamiento que necesitas. Para ello, para llegar a la curación, debe descansar el brazo. Todas aquellas maniobras o deportes que te provoquen el dolor deberás suplirlos durante el período que te lleve a la curación.
 
Deberás tomar durante un período medicamentos para reducir el dolor, aplicar frión después de actividades que lo desencadenan y calor en época subaguda o cronicidad. La inmovilización nocturna y en casos de reposo con férulas de muñeca empiezan a dar sus efectos para la mejoría.
Las férulas de muñeca inmovilizan los tendones que se originan en el codo y llegan a la mano.
También ortesis tipo cinchas del codo colocados 2-3 cms distales al punto doloroso ayudan para realizar tareas y descargar el punto doloroso.
Todo esto acompañado de terapia física para ayudar a recuperar la fuerza de su brazo puede lograr que pasados unos meses nos recuperemos. Fisioterapia, mediante la aplicación de calor local, ultrasonidos, electroterapia, láser, técnicas de masaje, ondas de choque, realización de ciertos ejercicios y otras técnicas Los ejercicios son muy útiles en la ayuda a la recuperación.
 
En ocasiones la infiltración o inyección local de corticoides asociados o no a un anestésico local pueden resolver los episodios de dolor durante semanas o meses, en ocasiones se realizan 3 infiltraciones sucesivas con intervalos de una semana entre ellas. Existe un pequeño riesgo de ruptura local de la inserción del tendón y del propio tendón, este riesgo aumenta en función del número de infiltraciones.
 
Cirugía
Son pocos los casos que terminan en cirugía pero si todo lo anteriormente expuesto como tratamiento no lleva a la mejoría tras aproximadamente 9-12 meses, el único remedio puede ser la cirugía para tratar la patología.
No se tratan enfermedades sino personas. Cada caso deberá ser evaluado por particular por un especialista.

Lesiones deportivas en los deportes de equipo: factores de riesgo

Todo entrenador ha de prestar atención a la preparación física de su equipo y la importancia que ésta tiene en la prevención de lesiones deportivas.
 
Así, en este sentido se deben contemplar tanto las actuaciones indicadas para evitar la aparición de lesiones en el deportista (prevención), como el tratamiento de lesionados (actuación posterior) para conseguir que la plantilla siempre esté lista para la competición.
 
Los factores de riesgo lesional, clásicamente se dividen en tres categorías:
 
1) Factores externos. Instalaciones deportivas e interacciones con los rivales
 
2) Factores internos. Factores fisiológicos y biomecánicos, entre otros: edad, lesiones y sus secuelas deportivas, preparación física, fatiga, alimentación etc.
 
3) Factores psicológicos. Incrementan -de forma directa o indirecta- la vulnerabilidad de los deportistas a las lesiones deportivas, como por ejemplo una motivación excesiva que impulsa al deportista a sobreesfuerzos innecesarios o incluso, a un abuso de entrenamiento.
 
Algunos datos (extraidos de la Biblioteca Médica de Olympia Medicina Integral del Deporte) nos ayudan a entender la importancia de la preparación física y del conocimiento de la prevención de lesiones para un entrenador:
-Las lesiones deportivas suponen ente el 10 y el 19% de las lesiones tratadas en urgencias traumatológicas.
 
-Dos de cada tres lesiones ocurre en deportes de equipo.
 
-Solo el 19% de las lesiones deportivas necesitan valoración hospitalaria.
 
Si eres entrenador o te estás planteando serlo, no subestimes la importancia del tema de prevención de lesiones, pues puede marcar la diferencia entre conseguir o no la efectividad de tu equipo.